¿Ponemos nuestra ilusión en manos de los demás, de lo que hagan o dejen de hacer?
¿Depende nuestra ilusión cada día de que las cosas salgan como nosotros queremos o esperamos?
Hace un tiempo que he descubierto una nueva forma de ilusionarme.
Tiene más que ver con la aceptación del instante presente y con mi apertura para observar las cosas desde una perspectiva diferente. Me ilusiona saber que cada momento de mi vida solo me pide que me entregue a vivirlo plenamente, observando y aprendiendo lo que quiere enseñarme. Que atienda mis emociones, las acepte y luego, conectada con mi creatividad, que me permita transformarlas si lo siento así.
De este modo, aún cuando aparentemente “vienen mal dadas”, soy capaz de encontrar significados, de conectar con la gratitud, de encontrar recursos dentro de mí que desconocía.
Me permite comprobar que si pongo en los demás o en las circunstancias el foco de mi ilusión, antes o después, me sentiré defraudada.
La ilusión nace ahora de mí, de mi forma especial de mirar y agradecer cuanto acontece.
Esta manera de vivir con gratitud el instante presente me invita a mirar todo y a todos con una mente más amplia, me permite comprender.
Y todo eso, en sí mismo, me aporta ilusión. La ilusión de vivir cada día como único y especial. Sigo aprendiendo. Agradecida por ello. -Ana Isabel Núñez Palacín 
Feliz Navidad a tod@s...
Y que la ilusión nos acompañe.
Balnea
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